Todavía me acuerdo del primer día que pasé en Salamanca, esos momentos de nerviosismo al enfrentarme a lo desconocido. ¿qué tal me iría? ¿sabré hacerlo? ¿haré muchos amigos? ¿me sentiré solo? ¿podré aguantar la presión de estar fuera de mi casa?, ahora todas estas preguntas tienen su respuesta, todas positivas. Existen mas preguntas, yo me hacia mas preguntas, en esos momentos quería una respuesta, pero no la encontraba, lógicamente debía de pasar el tiempo que ahora ha pasado.
Con dolor, se cierra una etapa, espero que la siguiente sea tan positiva como ésta. Volverán a mi cabeza las mismas preguntas sobre mi futuro cuando me adentre en otra etapa. Con el tiempo se volverán a resolver, ojalá se resuelvan del mismo modo.
Estoy dispuesto a empezar de nuevo, conocer gente nueva, preocuparme por otras cosas, que me vaya bien. En estos momentos ha acabado una etapa en mi vida que empece con miedo, en la próxima empezaré con menos miedo. Me he acostumbrado a vivir fuera de mi hogar familiar, a proponerme cosas nuevas, y echando la vista al “futuro” me planteo la vida de otra forma.
Adiós a la vida del estudiante, mi carrera académica ha terminado, por una parte ya tenia ganas, tengo la ilusión de empezar proyectos nuevos que no tengan que ver con mi formación académica. Ahora siento el deseo de trabajar para mi y que todo lo que he estudiado tiempo atrás, me sirva en este instante. Poder tener mi coche, dependiendo del sueldo, poder tener una casa, (aunque por ahora estoy muy bien con mi familia), pero sobre todo quiero tener mis pertenencias, ir creando mi propiedad. Ahora éste es mi deseo.
¿Que el pasado siempre vuelve? Pues no digo que no vuelva a estudiar, hoy por hoy no lo necesito, puede ser que cuando encuentre mi trabajo, esté asentado y tranquilo, vuelva a retomar la vida de del estudiante, aunque dudo mucho que de la forma que antes lo hacia. La vida se pasa, pasan las horas, pasan los días, pasan las etapas, vienen otras nuevas. Siempre tenemos temor a lo desconocido, yo creo que es algo normal, pero hay que tener una virtud y poder ver en el interior de si mismo las fuerzas y ganas determinadas para tirar para adelante, para luchar por lo que nos gusta y sobre todo por lo que nos hace feliz. Yo tengo esa virtud.
Para mi estudiar en salamanca ha sido de lo mejor que me ha pasado en la vida. Mañana no formaré parte de la familia salmantina, ante todo están las ganas de vivir otras experiencias.
Julio Alberto Pedraza González.
En Salamanca a 27-02-2009.
